Argentina: Nada más fuerte que el sueño

Hay algo muy fuerte que me pasa con el fútbol: recorre la columna vertebral de mis sentimientos, haciéndome volver a la infancia, al padre, a los viejos amigos, a las promesas que he hecho en los bares, a las discusiones interminables, a los cantitos en la cancha, a los gritos desaforados. El fútbol me hace sentir cosas muy fuertes y no las puedo explicar, o quizá si, pero no quiero, prefiero esta vorágine de sensaciones, este nudo en la garganta, estos ojos que se aprietan y no pueden contener las lágrimas, este insomnio insoportable... Seguramente muchos no lo puedan entender, seguramente para los demás es sólo un juego, una excusa para emborracharse y subirse al carro triunfalista, una oportunidad de orgullo y vanidad. Para mí es mucho más, no lo sé explicar, tengo el corazón en vilo, la cabeza enloquecida, el alma colgando de un hilo de alambre que sostiene años y años de sueños empecinados, tenaces, más fuertes que cualquier frustración o derrota.

No existe nada más fuerte que el sueño.

Rodrigo Conde